Esta pieza consiste en un archivo de imágenes sobre los denominados streakers: gente anónima que corre desnuda en estadios deportivos o actos públicos. El movimiento streaker surgió cuando el australiano Michael O’Brien apareció desnudo en el encuentro de rugby entre Inglaterra contra Francia, en Twickenham, el 20 de abril de 1974. La foto fue imagen del año para Time, e imagen del a década para People.
El fenómeno streaker es muy interesante: ciudadanos anónimos que por un momento incumple las normas de un evento -normalmente de masas y mediático- corriendo desnudo o simplemente no respetando la gramática cultural de ese mismo contexto. Por otro lado es interesante como este fenómeno está ligado a los mass-media y a los espacios de representación. Por un momento el ciudadano anónimo -normalmente por motivos muy estúpidos - se empodera, rompe las reglas del juego o representación y se cuela en los espacios de representación.
Los streakers actúan de una manera cercana al spielverber o “estropea juegos” que mencionaba Huizigas en Homo Ludens. Deshacen completamente la reglamentación del contexto y por eso son rápidamente repudiados y expulsados. Ponen en peligro la gramática que todo un estadio puede compartir, construyen algo nuevo, y por eso son peligrosos.
Esta serie de fotos muestra como estos streaker son capturados por las cámaras de alta velocidad de fotógrafos deportivos. Sus cuerpos desnudos quedan congelados como esculturas clásicas. En este sentido el proyecto también habla de escultura pública y de la idea de monumento. Las imágenes se constituyen como la congelación de un acto performático que utiliza el cuerpo desnudo para “saltar al terreno de juego”. Por un lado se acerca formalmente a la idea de escultura pública, pero por otro constituye la reivindicación de espacio público y mediático por parte del “hombre ordinario”, por lo que podemos referirnos a estos actos como anti-monumentos.
La pieza puede mostrarse en diversos formatos: proyectados en un diaporama, en carteles o como mural.